“Había una vez,
que una linda mirada,
todos se conmovían,
“la mirada angelical de una linda muñequita”.
Su dulce rostro,
es como el brillo del sol,
que deslumbra a todos,
“aunque tímido al amanecer”
Su pelo lindo y sedoso,
brilla con el sol,
el viento le pide permiso,
“para juguetear al sentirlo”.
Unos ojos preciosos,
adornaban una bella mirada,
con una hermosa carita,
”linda como la de una virgencita”.
Una personalidad encantadora,
una dulzura “descumunal”,
pero con tanta ternura,
“te vuelve loco su ternura”.
Su dulzura y ternura,
a todo el mundo enamora,
le llena con la sensibilidad,
“igual que un angelito al mirar”.
Si te sigue mirando,
con sus bellos ojos,
y su tímida mirada,
”te pone el corazón a palpitar”.
Palpitando en cada suspiro,
en cada paso ,
en cada movimiento,
”se agitan todos los sentimientos”.
Uno cierra los ojos,
y desea conseguir,
que su corazón pueda corresponder,
“el sentimiento que despierta”.
No será fácil desnudar,
el cuerpo de ese angelito,
pero para ser un demonio,
“hay demasiadas diablas sueltas”.
Es una joya,
de la madre naturaleza,
pero para conseguir su corazón,
“hay que desnudar su alma”.
Es como un angelito,
todos se preguntan,
si así son los angelitos,
”deseamos ir al cielo siempre”.
Angelito de mi vida,
regálame tu corazón,
que mi vida a tu lado,
“será como disfrutar del paraíso”.
Es una linda muñequita,
que hace soñar despiertos,
suspirando de rodillas,
“que el sueño sea una realidad”.
Linda muñequita preciosa,
a la luna le piden,
que un día no lejano,
“la puedan contemplar unidos contigo”.
Un angelito tan encantador,
reencarnado en una muñequita linda,
es el mayor regalo,
”que Dios le dió su bendición”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)