En esta vida debemos de ser,
personas que siempre luchen,
que no bajen la cabeza,
”siempre luchando como gigantes”.
Como se dice siempre,
cuando la cosa te va mal,
si tienes un circo,
“te crecen los enanos para rematar”.
Las circunstancias momentáneas,
te pueden causar decepción ,
pero debes de ser fuerte,
“para no caer en una depresión”.
La mente puede ser ,
o el mejor aliciente,
o un arma mortal,
“que contigo puede acabar”.
Los nervios son un estado,
que acaban con una persona,
pero cuando se despiertan,
”con una persona acaban”.
Pero debemos de analizar,
cuál es la base del problema,
a veces nuestra inseguridad,
“nos convierte en enanos de verdad”.
Cambiar de ser gigante ,
para convertirse en enano,
es algo tan natural,
“que nos pasa a los humanos”.
Pero el dolor que se siente,
suele hacerte de perder,
la fortaleza más de una vez,
“por eso debemos de ser gigantes”.
A veces suele venir derivado,
al sentir un desprecio,
cuando te sientes usado,
“después de haberte tanto entregado”.
Un enano se convierte en gigante,
cuando se suele aprovechar ,
para crecer en un dolor interno,
“creciendo por todos los momentos”.
Aunque se tenga mucho dolor,
siempre hemos de tener,
bien alta la frente,
“y la voluntad bien fuerte”.
Nadie es más que nadie,
pero si es importante,
cuando te sientes caer,
”aprovecha para levantarte”.
Se dice en la vida,
que uno se siente gigante,
pero el cementerio,
“suele estar lleno de valientes”.
El humano deja de ser gigante,
cuando los sentimientos,
entierran el orgullo,
”y dejamos de sentirnos importantes”.
David venció a Goliat,
y no fue con cuestión de suerte,
fué con toda su voluntad,
”al ser el gigante tan prepotente”.
Todos en esta vida somos gigantes,
pero a veces las circunstancias,
nos convierten en enanos,
“pero eso la vida siempre sigue hacia adelante”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)