«Arbolito de amor»

Hoy volví a pasar,
por aquel campo,
junto al sendero,
“que nos lleva al riachuelo”.

Te voy a preguntar,
recuerda la piedra,
nacida en la orilla,
“adornando la orilla”.

Recuerda aquel día,
donde allí nos juramos ,
este gran amor que tenemos,
“y que tanto nos amamos”.

Estoy observando,
hoy el río,
lleva menos agua,
“porque ahora es verano”.

Atrás quedo la primavera,
dónde ese día de mayo,
al darme el “si”,
“yo casi me desmayo “.

Era mi sueño ,
mi mayor deseo,
sentir que eres mía ,
“desde la noche al día”.

Ahora puedes oirme,
al susurrarte mis sentimientos ,
tan guardados en secreto,
“aquí en mis adentros”.

Y así para poder sellar,
nuestras promesas de amor,
nada mejor que desnudar,
“la corteza del viejo chopo”.

Sentí un escalofrío,
al desnudar su tronco,
para sellar nuestro amor,
“unidos el tuyo y el mío”.

Aún siento el dolor,
que crueles que fuimos,
grabando ese corazón ,
“en ese viejo árbol sin pudor”.

Desnudando su madera,
y grabar nuestros sentimientos ,
grabados dentro de un corazón ,
“hiriendo su corteza sin compasión”.

Fuimos tan crueles,
rompiendo su belleza,
sellando nuestro sentimiento ,
“convirtiéndolo en juramento”.

Aunque quedó grabado,
al seguir hiriendo el “chopo”,
sin tener ningún respeto ,
“por su elevada edad pero quedó sellado”.

Haciendo dos muecas,
lloraba con su “savia”,
eran como dos gotas de sangre ,
“haciéndole de sangrar para grabar”.

Así se grabó nuestro amor,
regado con su rejuvenecida savia,
como si fuese nuestra sangre,
“que nace de nuestro corazón” .

Lo hicimos juntos,
sin compasión ninguna,
pero bendecido ese árbol,
“así este nuestro gran amor”.

Quedando por siempre,
reflejado en las aguas,
del “correntero” riachuelo,
“reflejado como un espejo natural”.

Pero el tiempo pasó,
hoy volví a pasar,
pero iba yo solo,
“y se me aguan los ojos”.

Mi corazón se estremece,
de tristeza al recordar,
como desnudamos aquel tronco,
“sin ninguna compasión los dos juntos”.

Solo por la locura ,
de un joven amor,
convirtiéndole en protagonista,
“perpetuo de nuestro gran amor”.

Ahora sólo queda él ,
ya no estamos juntos,
ni tú ,ni yo seguimos ,
“pero el árbol sigue de testigo”.

Sigue en pie,
la prueba imborrable ,
que nos juramos amor,
“grabado en su tronco”.

El arbolito del amor,
dónde marcamos sin compasión,
un bonito corazón,
“el símbolo de nuestro amor”.

Es la prueba viva,
sigue quedando la existencia ,
escrita de nuestro amor,
“aunque sea sólo en el recuerdo”.

Yo sigo siempre yendo,
porque ese es el camino,
llegando por el sendero ,
“tropezando siempre con el viejo chopo “.

Ese es el arbolito del amor,
que hoy testigo fué,
de un gran amor,
“que ya se rompió sin compasión”.

Miguel de la mancha
(poeta y escritor )