Las parejas están destinadas,
a poder encontrarse,
porque el amor es natural,
están destinados a conocerse.
Cuando se conocen,
estalla esa magia bendita,
que le llamamos química,
una sensación muy bonita.
Una sensación que nos cambia,
estimulando nuestros pensamientos,
extrañando esa persona maravillosa,
soñando estando despiertos.
En ese sueño sentimos,
tener a esa persona al lado,
saboreando todos los momentos,
que hemos vivido.
Vivir intensamente cada momento,
con la persona adecuada,
es la mejor experiencia,
que nos puede regalar la vida.
La vida nos regala,
momentos tan naturales,
que saber disfrutarlos,
los hace tan especiales.
Especiales para estimularnos,
en cada pensamiento,
porque todos los momentos,
se convierten en sentimientos.
Cada sentimiento que nace,
es un estímulo positivo,
que suele dar aliento,
aunque nos sintamos negativos.
Sentirse negativo suele pasarnos,
pero solo con pensar,
en la persona que nos espera,
el estimulo suele cambiar.
El estimulo que nos llena,
de la adrenalina necesaria,
para vivir la vida intensamente,
con el estimulo de la emoción diaria.
“Toda persona suele tener unas emociones alimentados por los estímulos de nuestra alma en cada momento convirtiéndose en inolvidable”.