«Sufriendo el desprecio»

Parte 5 desenlace

La princesa llena de dolor,
ya no tenía más lágrimas,
su cuerpo le ardía,
“deseaba abandonar su cuerpo y desaparecer”.

La madre al escucharla ,
se temía lo peor,
pero no se llegaba a imaginar,
“del infierno que venía su princesa”.

Ella no le quería decir nada,
pero las muestras que tenían ,
estaba sumida en un pánico y rechazo,
“parecía un diablo dentro de un exorcismo”.

La madre atónita no se lo podía creer,
que le habían hecho a su hijita,
esa florecita que están cultivando,
“la habían dejado como barbecho abandonado”.

A los gritos y lágrimas,
se despertó el padre,
no podía dar crédito a lo que veía,
”exclamando con dureza como perra salida”.

Le dijo sin compasión ,
esto es lo que estabas buscando,
con tus resabios y contestaciones,
“este el mundo real que te creías”.

Ahora eres la vergüenza de la familia,
nos has deshonrado con tus actos,
convirtiéndote en una ramera,
“espero te sirva de escarmiento”.

Madre e hija no se lo podían creer,
una reacción tan explosiva y humillante,
sin tener ninguna compasión ,
“en vez de padre parecía su verdugo”.

Al día siguiente,
la madre la llevó al doctor,
el doctor no daba crédito,
“habían destrozado esa linda florecita”.

La pobre princesita,
se sentía como la peor basura,
era como una ciudad en ruinas,
“después del asedio de una guerra”.

Esa linda y bella rosa ,
se parecía más a la espina del rosal,
las amigas al enterarse,
“le cortaron la amistad sin compasión”.

Por querer volar el angelito,
le habían cortado las alas,
más bien se las habían arrancado,
“con sangre fría sin compasión”.

Poco a poco para poder soportar,
el dolor que llevaba dentro,
sólo una botella de licor,
“le podía consolar en su dolor”.

Es dura y triste afrontar la realidad,
pero como por intentar ,
de disfrutar del amor y la pasión,
“pero la sumieron en dolor y sufrimiento”.

Así se fue convirtiendo,
en objeto de desprecio,
hasta su propio padre,
“la despreciaba con dolor de su madre”.

De haber sido ,
una maravillosas mujer,
ahora es una persona,
“que todo el mundo no desea ver”.

Esta vida es una ,
y cuando tratas de vivirla ,
suele ocurrir a veces,
“aparece el diablo disfrazado de cordero”.

Ahora es despreciada y apartada,
en todos los sitios estorba,
es como si fuese una detestable,
“siendo simplemente un alma de Dios”.

Por eso no debemos de juzgar,
a una persona por su apariencia,
antes de juzgar debemos,
“preguntarnos por qué llegaron a esa situación”.

No sabemos realmente,
lo que se siente al ser rechazado,
sufrir el rechazo social,
“nunca debemos de juzgar sin saber la realidad”.

Antes de juzgar pensemos,
que lo que no deseas ,
que te hagan a ti,
”no se lo hagas a nadie”.

El mundo sería otro,
si en vez de juzgar,
escuchasemos primeo las versiones,
“ en vez de despreciar deberíamos ayudar”.

continuará la 2 parte próximamente…

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)

» Sufriendo el desprecio»

Parte 4

Definitivamente pasar del placer,
al miedo escénico,
sobre todo viendo,
”como la echaban a los lobos”.

Ella estaba convencida,
que la defendería y la cuidaría,
pero viendo como se desparecía,
“ella pensaba que la matarían”.

Pero no más lejos,
de la cruda realidad,
algo grave le esperaba,
”cuando uno de los hombres le agarraba”.

Lo que en un momento ,
debería de ser un cuento de fantasía,
pasaría de un paraíso,
”al más cruel infierno”.

El otro le arrancaba la ropa,
lo que con tanto cariño,
se había preparado,
“para su gran experiencia”.

Cuando ese hombre la acariciaba,
sentía cono si el fuego del infierno,
la abrasara sin piedad,
“limpiando el pecado cometido sin piedad”.

Ese hombre comenzó a besar,
todo su cuerpo ,
ella gritaba y lloraba,
“había pasado de de la pasión al terror”.

El hombre sin compasión,
tomo toda sus esencias,
estaba sintiendo en ese momento,
“como su alma se moría”.

Después de ese hombre,
comenzó el otro hombre,
por unos momentos ,
“se sintió la peor basura viviente”.

No se lo podía creer,
ese encanto de princesa ,
se lo estaban arrebatando,
“convirtiéndola como la peor ramera”

Al final de tanto forcejear,
perdió el sentido,
sus tesoro mejor guardado ,
“sangraba como animal herido huyendo”.

Cuando terminaron de abusar de ella,
la dejaron abandonada,
como se deja un trapo viejo,
“tirada como un zapato viejo y burlada”.

El que tanto la había trabajado,
sentimentalmente y enamorándola,
era la peor rata,
”que jamás hubiese imaginado”.

Apenas como pudo ,
amparada por la oscuridad,
llegó a su casa envuelta en lágrimas,
“se sentía sucia y destrozada”.

Se dispuso a ducharse,
el agua le caía quemando,
cada vez que se restregaba,
“deseaba arrancarse la piel”.

Por más que se restregaba,
no podía limpiar,
el dolor y repudio,
”que sentía de todo su cuerpo”.

Entre el agua ardiendo,
el jabón que no le limpiaba nada,
cada vez se sentía más sucia,
“su cuerpo enrojecido le ardía”.

D e tanto llorar y restregarse,
despertó a la mamá,
quién toda extrañada,
“le preguntó ¿mi princesa estás bien?”…

continuará capitulo 5.

Miguel de la Mancha

( poeta y escritor)

«Sufriendo el desprecio»

Parte 3

Entre tanta pasión ,
desbordados por el deseo,
el impulso los empujaba,
“a lomos de la lujuria”.

En ese momento,
un lapsos se apoderaba de ella ,
lo deseaba con el alma,
“pero sentía que iban demasiado deprisa”.

El diablo es cochino,
se aprovechaba del momento,
un verdadero rapaz,
“con un angelito lleno de deseo”.

Por un momento,
salió la luna llena,
ella se quedó asombrada,
“primera vez que estaba en ese momento”.

Era como una señal del cielo,
como un aviso de Dios,
pero sintiendo ese fuego,
“era más fuerte el deseo que la señal”.

Pero como por primera vez,
le dio pánico continuar,
pero el fuego que sentía,
“deseaba saborear todo bien sabroso”.

Comenzó a sentir,
como los labios,
le erizaban la piel,
“al paso por su cuerpo”.

Cada beso que sentía,
acompañado de los dedos,
le hacían de arder,
“todo por dentro de su cuerpo”.

El punto clave y excitante,
fue sentir los besos por el cuello,
pero sintió tocar el cielo,
“cuando comenzó a besarle los senos”.

Ese fue el momento,
que sirvió de motor de arranque,
para llegar al total desenfreno,
”una frontera sin retorno”.

Llegado el momento ,
quedándose sin la ropa,
ese lindo angelito,
”iba a ser devorado por un diablito”.

Dios sabe como hace sus cosas ,
pero en ese momento,
se les fué de las manos,
“y la pasión fue consumada”.

Ya no había marcha atrás,
esa selva virgen fue explorada ,
el tesoro fue probado,
“el pirata consiguió su tesoro”.

En ese momento descubrió,
el hombre que le regalaba versos,
la trataba vulgarmente,
“había sido víctima de un juego macabro”.

Ella se pensaba que sería feliz,
se había entregado,
al amor de su vida,
“de tanta felicidad se le convirtió en tristeza”.

Allí llegó alguien más,
estaba todo preparado,
llegaron dos hombres,
“listos para saborear la carnada”… continuará…

mañana continua parte 4

Miguel de la Mancha
( poeta y escritor)

«Sufriendo el desprecio»

Parte 2

Eran tan bonitas las palabras,
en su interior las mariposas,
revoloteaban sin cesar,
”le ardían las hormonas”.

Eran palabras tan profundas ,
que acompañadas de los besos,
le hacían de arder en un fuego,
“el fuego de la pasión”.

Ahora en este momento,
cada vez que le invaden ,
los recuerdos tan bonitos,
”los ojos se le aguan de nostalgia y tristeza”.

Beso a beso siguieron las caricias,
cada roce de los dedos,
eran la mayor tentación,
“deseaba sentir ese ardor en la piel”.

Desea tener el momento perfecto,
donde poder “desfogarse”,
como el primer amor,
“nada sabe tan maravilloso”.

El amor de adolescentes ,
las locuras juveniles,
ese impulso por conocer,
“los deseos profundos por experimentar”.

Ella no se daba cuenta,
era l princesa de la casa,
el ojito derecho del papá,
”pero ese impulso no podía parar”.

Cada vez que cerraba los ojos ,
se saboreaba lo desconocido todavía,
estaba ya en el proceso,
“comprobar el sabor del placer”.

Con apenas quince años,
se sentía una mujer,
esos impulsos de adolescente,
“se sentía una mujer adulta y encantadora”.

Ella estaba segura,
que sabía todo en la vida,
pero sólo era un pececillo,
“en un océano de tiburones”.

Haciendo oídos sordos,
a los consejos de su familia,
estaba totalmente decidida,
“se iba entregar a su romeo”.

El día clave sería,
el día de su cumpleaños ,
sería su mejor regalo,
“descubrir el sexo tan deseado”.

Después de terminar la fiesta,
se irían los dos juntos,
aunque para los padres,
“sería el peor de los disgustos”.

Fué el momento,
donde se encontraron sólos,
comenzaron a comerse a beso,
“y poco a poco se fueron calentando”…

Miguel de la Mancha

( poeta y escritor)

«Sufriendo el desprecio»

Parte 1

Frente al altar,
una demacrada y ojerosa,
afectada por una enfermedad,
“que la desprecian todos y la apartan”.

Muchas personas la juzgan ,
por las condiciones que está ahora,
pero pocos llegan a preguntarse,
“porque llegó a esta situación”.

Atrás quedaron los momentos,
donde todo el mundo,
deseaba poder conquistarla,
“exhibir el trofeo conseguido”.

Ella era una bella florecita,
bella como una rosa,
sus ojos brillaban ,
“como luceros entre las estrellas”.

Era la estrella ,
que brillaba en el universo,
destacaba por su encanto,
”su corazón era tierno y amoroso”.

La sensualidad que esbozaba,
era una dulce tentación,
que coseguía deleitar,
”a quien ella mira con ternura y frescura”.

En su mente solo tenía,
el sueño de toda jovencita,
conseguir esa persona,
“que la convierta en su princesita”.

El amor sería ,
su gran sueño,
pero la vida es distinta,
“los sueños son solo sueños”.

Pero Dios está arriba,
él es nuestro padre,
sabe de nuestras necesidades,
“y nos ayuda en nuestras calamidades”.

Pero todo comenzó ,
con un muchachito galante,
que supo ganarse la atención ,
”consiguió robarle su corazón”.

Entre bromas y sonrisas,
le alegraba los momento,
en ese corazoncito,
“nacían bellos sentimientos”.

Llego el primer beso,
ese cuerpo angelical,
comenzó a temblar,
“ese momento nunca lo va a olvidar”.

Con ese primer beso,
sellaron un amor,
que se prometía eterno,
“pero se convertiría en su infierno”.

Llegó el día,
donde felices se lo prometían ,
la tentación le había llegado,
“y ella con gusto había aceptado…”

Mañana parte 2 de 5…

Miguel de la Mancha
( poeta y escritor)

«El amor a la vida»

El amor a la vida,
debe de ser en todo momento,
la mayor alegría,
“la razón de nuestro día a día”.

Para tener amor a la vida,
debemos de pensar,
que todo lo que tenemos ,
”nos lo da la vida”.

Cada día que pasa,
nosotros no nos damos cuenta,
decimos que pasa la vida,
“pero es la vida la que pasa por nosotros”.

Cuando vemos un árbol,
no podemos imaginar,
que antes de darnos sombra,
“tuvo que soportar el tiempo”.

No nos damos cuenta,
que nosotros somos,
del mismo modo ,
”moldeados por el tiempo”.

Por eso debemos de valorar,
que cada momento vivido,
es un espacio de vida,
”que ya tenemos consumido”.

De que nos sirve,
estar al lado de un bosque,
si no sabemos apreciar,
”el encanto que encierra dentro”.

Cuando decimos “que hermoso día”,
debemos decirlo de corazón,
porque si estamos renegados,
“¿qué sentimos realmente en nosotros?”.

Muchos de nosotros,
no sabemos valorar ,
cuando brilla el sol,
“nos ilumina a todos por igual”.

Así es deberíamos ser nosotros,
deberíamos de vernos todos por igual,
ya seamos de clase humilde,
“o seamos de una clase privilegiada”.

Cuando vemos un anciano,
nunca llegamos a analizar,
lo que sufrió en la vida,
“entre alegrías y decepciones”.

Sabemos que en la vida,
nos enseña a vivir,
disfrutando de nuestros éxitos,
”y haciéndonos levantarnos en los fracasos”.

Nunca debemos de discrimar,
a nadie por su color,
país raza o religión,
“y menos por su condición sexual”.

A nadie debemos de desear,
la mala suerte ni la enfermedad,
porque la mala suerte,
“contra nosotros se volverán esos deseos”.

Por eso hemos de darle,
gracias a la vida,
sobre todo a Dios,
”por bendecirnos día a día”.

No es más rico,
ni más beneficiado,
quién más tiene,
“sino quién menos necesita”.

No por perder un amor,
se pierde la vida,
la única realidad,
“que no era para nosotros”.

Nos duele de momento,
es un gran sufrimiento,
pero la vida continua,
“un mejor amor nos está por llegar”.

Debemos de ser siempre,
fiel a nuestra forma de ser,
porque esa siempre,
” nuestro sello de identidad”.

Nunca debemos de maldecir,
nuestra vida llevado,
sólo debemos de pensar,
“que rectificar es de sabios”.

Por eso siempre,
debemos de ser nosotros mismos,
sin ser espejo de nadie,
“siempre debemos de ser auténticos”.

La vida es sólo una ,
si no le ponemos amor,
no podremos nunca,
“valoraremos la vida para vivir felices”.

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)

«Llegado el momento»

Después de un esfuerzo,
llega la satisfacción,
de saborear los logros,
“el fruto del sacrificio”.

Después de una decepción,
es el momento ,
de analizar los puntos,
“dónde se nos truncó la suerte”.

Llegado el momento,
miramos hacia detrás,
vemos los pasos,
“que caminamos para progresar”.

Llegado el momento,
vemos que la vida,
evoluciona tan rápidamente,
“todos son cambios constantes”.

Cuando iniciamos un trabajo,
estamos siempre luchando ,
para escalar posiciones,
“siempre que seamos honestos”.

Llegado el momento,
nos debemos de llenar de valentía,
para afrontar la vida,
”viviendo el día a día”.

Llegado el momento,
debemos de saber escoger,
entre los que se llaman “amigos”,
“y los amigos de verdad sin condiciones”.

Aunque nos sentamos afligidos,
nos queda siempre,
la esperanza de sentir,
“llegado el momento esperado”.

Siempre nos quedará ,
el amor incondicional,
de nuestro padre Dios,
“siempre estará con nosotros”.

Llegado el momento,
sabremos como nos trata la vida,
mirando nuestras canas,
“marcando experiencias en nuestra vida “.

Llegado el momento,
dejemos atrás la timidez,
para poder llegar,
“enamorar un corazón”.

Llegado el momento ,
estaremos ya preparados,
para ayudar al mundo,
“siempre que nos dejen de ayudarles”.

Llegado el momento ,
debemos de dar consejo,
a las personas con necesidad,
“de sentir la medicina espiritual”.

Si todas las personas,
tuviesen el corazón sano,
estarían siempre dispuestos,
”para vivir todos como buenos hermanos”.

Si en toda la vida ,
estuviésemos ya preparados,
para disfrutar de la naturaleza,
“llegado el momento indicado”.

Por eso estemos todos unidos,
para ser una misma persona,
un mismo pensamiento ,
“pero siempre llegado el momento”.

Miguel de la Mancha

( poeta y escritor)

«Perdòn o rencor»

En la vida debemos,
de saber vivir bien,
aunque el pasado te marque,
“siempre con la frente muy alta”.

Aunque no disfrutemos,
de la felicidad completa,
pero debemos de pensar,
“que tendremos nuevas oportunidades”.

No debemos de tener rencor,
por mucho daño recibido,
es como la lluvia,
“cuando cae limpia todo”.

Dios nos dejó dicho,
si te pegan en una mejilla,
debemos de poner la otra mejilla,
“pero perdonando siempre”.

Si sentimos rencor,
debemos de disimular,
la ira le hace al hombre,
“más frágil y predecible”.

En un corazón ,
no debe de haber sitio ,
para el rencor,
“siendo difícil olvidar el dolor”.

No nos damos cuenta,
que cuando vivimos con rencor,
se nos pasa la vida,
“y no vivimos con la paz del perdón”.

Para poder vivir en paz,
debemos de cambiar,
volver a ser personas,
“dar perdón y olvidar el rencor”.

A veces sucede,
que el daño más grave,
viene de la familia,
”y nunca podremos olvidar”.

Suelen ser los responsables,
que en los momentos de debilidad,
empuñaron el cuchillo,
“para hacer sangre del árbol caído”.

Una persona siempre se suele refugiar,
en el cariño familiar,
se debe de encontrar consuelo,
“pero se vive en el infierno”.

Entonces comienza el dilema,
dónde queda la sangre,
pero solo quedan las heridas,
“le guardamos rencor o las perdonamos”.

Cuando es un amistad,
duele y no duele,
pero ahí está el dilema
“le damos perdón o rencor”.

Cuando es una pareja,
que sólo te utiliza,
tú le entregas amor,
“pero somos un juguete para ellos”.

Entonces comienzan los desengaños,
vivimos de desilusión en desilusión,
y se nos muere el amor,
“que merece perdón o rencor”.

Por eso debemos de ser,
como buenos cristianos,
se lo dejamos a “Dios”,
“y nos regala su perdón”.

Por eso en esta vida,
debemos de vivirla,
tratar de ser felices,
“aunque sean momentos difíciles”.

La vida son cuatro días,
si perdemos “ dos” en rencor,
no vivimos para “malvivir”,
“perdonémos y vivamos en paz”.

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)

» Buscando la libertad»

No todo se puede encontrar,
estando en tierra firme,
puede ser que l libertad,
“la encontremos en el mar”.

Una buena experiencia,
una nueva oportunidad de vida,
escapar de las rutinas,
”olvidar amores y desamores”.

Cuando sientes que todo,
se derrumba sin remedio,
sientes una pasión ,
”vivir en la libertad del mar”.

No todas las personas,
se aventuran por despecho,
ni tampoco por desamor,
“un deber de la vida”.

En condiciones normales,
el mar nos sirve,
para tomar unas merecidas,
“y deseadas vacaciones”.

Para poder recuperar fuerzas,
paseamos por la playa,
mirando las olas,
“como vienen y van”.

Pensamos que los problemas,
nos imaginamos que se van ,
como se va nuestro cansancio y estrés,
”hacia dentro en el mar”.

Como dijo Jose Luis Perales,
y se marchó al mar,
montado en su barco,
”un barco llamado libertad”.

Hay personas que se marchan ,
a pasar la bohemia,
entre cielo y mar,
“dónde nadie pueda molestar”.

A la luz de la luna,
bajo el susurro de las olas,
a la luz de la luna,
“reflejada y única farola en el mar”.

Dicen los viejos marineros,
que cuando se está coqueteando,
con las bellas sirenas,
“te suelen cautivar con su melena”.

Allá en la soledad,
uno se sumerge en sus recuerdos,
buscando la claridad,
“que haga de pensar bien”.

Pero cuando es por necesidad,
lo tomas por oficio,
el ser marinero,
“es ser un oficio sufrido pero bendecido”.

Pero si el marinero,
es un vigilante del mar,
aunque busques la tranquilidad,
“debes velar por la seguridad”.

Como dice el dicho,
el marinero tiene amores,
una mujer en cada puerto,
”pero sólo una es la dueña de su corazón”.

Aunque viva en la libertar,
su mente y sentimiento,
están con sus seres queridos,
“pensamiento , corazón y alma”.

Aunque las noches sean,
en plena calma,
la tristeza está en su corazón,
“porque está lejos de gran amor”.

Los días terminan siendo,
una gran monotonía,
pero la calma de la soledad,
“es el tesoro para encontrar”.

Así esta vida,
unos buscamos el mar,
para encontrar la tranquilidad,
”pero otros por la necesidad”.

La mejor huida,
escabullirse de la realidad,
para encontrar un equilibrio,
“afrontar la vida con seguridad”.

Miguel de la Mancha

( poeta y escritor)

«Te regalo el cielo»

Tu sabes mi amor,
que tú eres mi vida,
por eso te regalo estos versos,
“que salen de mi corazón”.

Hoy te traigo esta rosa,
pero cuando la deseo comparar,
puedo comprobar con certeza,
“que eres más hermosa que la rosa”.

Con tu belleza y hermosura,
me llevas a la locura,
desde el día a la noche,
“deseando de abrazarte con ternura”.

Sentirte pegada a mí ,
es la mejor sensación,
ahora de verdad siento,
”como te amo por dentro”.

Tú sabes mi amor,
que en la vida no son regalos,
si no sientes el calor,
“de un amor sincero”.

Me encantaría de corazón,
bajarte la luna,
pero como soy pobre,
“me conformo que seas mi cielo”.

Intento con mi amor,
hacerte de sentir,
la reina de las estrellas,
“que seas centro del universo”.

Cuando te veo triste,
desearía convertime en ángel,
para abrazarte con mis alas ,
“y convertirte en mi angelito”.

Cuando estas con desconsuelo,
me gustaría subirte a la luna,
para que nadie te vea,
“la tristeza de tus ojos”.

Deseo en todo momento,
ser la medicina,
que alimenta tu alma,
”para regalarte felicidad en la vida”.

Te regalo mi corazón ,
por si algún día,
te falta la vida,
”ahí tienes la mía”.

Te regalo mi amor sincero,
porque nos conocimos tomando licor,
y deseo que nunca,
“necesite licor para consolarme”.

Te regalo mis labios,
ningunos otros besos,
jamás hagan olvidar,
“mis besos apasionados”.

Te regalaría por siempre,
la pasión que tenemos,
aunque seamos viejitos,
“que siempre nos deseemos como ahora”

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)