«Sufriendo el desprecio»

Parte 3

Entre tanta pasión ,
desbordados por el deseo,
el impulso los empujaba,
“a lomos de la lujuria”.

En ese momento,
un lapsos se apoderaba de ella ,
lo deseaba con el alma,
“pero sentía que iban demasiado deprisa”.

El diablo es cochino,
se aprovechaba del momento,
un verdadero rapaz,
“con un angelito lleno de deseo”.

Por un momento,
salió la luna llena,
ella se quedó asombrada,
“primera vez que estaba en ese momento”.

Era como una señal del cielo,
como un aviso de Dios,
pero sintiendo ese fuego,
“era más fuerte el deseo que la señal”.

Pero como por primera vez,
le dio pánico continuar,
pero el fuego que sentía,
“deseaba saborear todo bien sabroso”.

Comenzó a sentir,
como los labios,
le erizaban la piel,
“al paso por su cuerpo”.

Cada beso que sentía,
acompañado de los dedos,
le hacían de arder,
“todo por dentro de su cuerpo”.

El punto clave y excitante,
fue sentir los besos por el cuello,
pero sintió tocar el cielo,
“cuando comenzó a besarle los senos”.

Ese fue el momento,
que sirvió de motor de arranque,
para llegar al total desenfreno,
”una frontera sin retorno”.

Llegado el momento ,
quedándose sin la ropa,
ese lindo angelito,
”iba a ser devorado por un diablito”.

Dios sabe como hace sus cosas ,
pero en ese momento,
se les fué de las manos,
“y la pasión fue consumada”.

Ya no había marcha atrás,
esa selva virgen fue explorada ,
el tesoro fue probado,
“el pirata consiguió su tesoro”.

En ese momento descubrió,
el hombre que le regalaba versos,
la trataba vulgarmente,
“había sido víctima de un juego macabro”.

Ella se pensaba que sería feliz,
se había entregado,
al amor de su vida,
“de tanta felicidad se le convirtió en tristeza”.

Allí llegó alguien más,
estaba todo preparado,
llegaron dos hombres,
“listos para saborear la carnada”… continuará…

mañana continua parte 4

Miguel de la Mancha
( poeta y escritor)