«Tener o desear»

Es fácil la situación,
y difícil de superar,
pero difícil encontrar,
“el equilibrio de las dos”.

Cuando tenemos todo,
no sabemos apreciar el valor,
de lo que poseemos,
“y no sabemos valorar”.

Y cuando no lo tenemos,
lo extrañamos con tristeza,
es lo que más deseamos,
“aunque ya no lo tengamos”.

El pobre desea riqueza,
salir de la pobreza,
tener un futuro mejor,
”más resuelto para su familia”.

El rico lo tiene todo,
no conoce pasar “fatigas”,
pero el rico no sabe valorar,
“sólo tiene miedo de perder su riqueza”.

Una riqueza sin sacrificio,
sin hacer sufrir a sus hijos,
el pedirle y no poder,
“sintiendo el dolor de la impotencia”.

Es tan duro de superar,
cuando no puedes,
ayudar un hijo,
“y ver de perder su oportunidad”.

El rico vive,
sin tener que sentir,
el dolor que se siente,
“al decir no puedo hijos”.

Sin poder ayudarles,
en las oportunidades ,
los derechos naturales,
“pero negados económicamente”.

El hijo del pobre ,
es estudiante y perseverante,
luchador y sacrificado,
“feliz por sus logros conseguidos”.

El hijo del rico tiene todo,
no necesita sacrificarse,
si repite es lo mismo,
“no le importa nada lo tiene gratis”.

El hijo del pobre,
lucha por ser alguien,
tener y conseguir,
“el fracaso no lo puede permitir”.

El hijo del rico,
sueña con despilfarrar,
no sabe lo duro,
“que es tener que superarse”.

Luchar con lo mínimo,
para llegar a lo más alto,
coronar la cima,
“llegar triunfador a la meta”.

Escalar la montaña,
siendo “el mismo”,
querer es poder,
“el poder es un gran sacrificio”.

El hijo del rico,
lo tiene todo,
detrás hay un “papá”,
“que le cubre todos los gastos”.

Le cobija bajo su capa,
y nada se le escapa,
tiene de todo,
“así es esta vida”.

El que tiene no valora,
pero para saber apreciar,
el valor de vida,
“hay que sufrir en esta vida”.

El que tiene no valora,
el que no tiene lo añora,
pero cuando se pierde,
“de impotencia se llora”.

Pero todo es complicado,
además de ser arriesgado,
por eso valoremos,
“lo poco o mucho que tenemos”.

Lo más importante,
tanto el hijo del rico,
como el hijo del pobre,
“deben de hacerlo de corazón”.

No existen nunca,
ni ricos ni pobres,
todos somos iguales,
”tenemos el amor de Dios”.

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)