La tristeza le preguntó,
a la señora melancolía,
sin temor de la respuesta,
“pero muerta de la curiosidad”.
Porque esa cara,
te veo tan aburrida,
por qué estas tan apagada,
“si tú eras alegre y risueña”.
Allá en la otra vida,
disfrutaste de los placeres,
tienes grandes recuerdos,
“guardados en el corazón”.
La melancolía le contestó,
por supuesto amiga mía,
yo era luz y era vida ,
“era el resplandor todos los días”.
La satisfacción del mediodía,
a todo el mundo colmaba,
de alegría y felicidad,
“todo eran destellos de alegría”.
Pero todo cambió,
todo fue tan rápido ,
como del día a la noche,
“cambiando de la sonrisa al reproche”.
Por qué preguntó la tristeza,
si era todo distinto,
de crear mundo de felicidad,
“pero tener que apagarse la alegría”.
Perder la ilusión,
todo en un día,
como del blanco al negro,
“jamás lo pensaría”.
De la luz cegadora,
a la oscuridad aterradora,
es increíble como sucedió,
“pero así lo sufrí yo”.
Cual fue la causa?
volvió a preguntar la tristeza,
la melancolía respondió,
“demasiado curiosa estas hoy”.
Tu tristeza amiga mía,
eso preguntas todavía,
y vuelves a preguntar,
“tú estás sola todo el día”.
Antes mi nombre,
no era así de triste,
pero por no valorar,
“ahora me toca lamentar”.
La melancolía no conocía.
alegría y felicidad,
con orgullo para mí,
“me llamaban felicidad”.
Por eso vive la vida,
con alegría y felicidad,
deja la tristeza y melancolía,
“la vida es una disfrútala con felicidad”.
Disfruta y valora la vida,
valora todos los momentos,
con una sonrisa y alegría,
“no permitas que se vuelva melancolía”.
En esta vida,
no es más feliz,
quién más tiene,
“sino quién menos necesita”
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)