«La verdadera amistad»

Dice la leyenda,
un niño un día,
le preguntó a un sabio,
“algo que su vida cambiaría”.

¿Dígame cuál es el valor,
real de la amistad?,
el sabio le respondió,
“escucha atentamente la respuesta”.

No debes de olvidar,
amigo no es aquel,
que está solamente,
“que te hace de reir”.

El que se va contigo,
sólo en las buenas,
que solamente te acompaña,
“a las mejores fiestas”.

A quién sólo,
le importa tu compañía,
y te necesita para únicamente,
“ para llevarte a beber”.

Sino al contrario,
amigo es aquel,
que comparte contigo,
“lo poco y lo mucho”.

Que cuando estás mal,
o estas sufriendo,
siempre sufre contigo,
“nunca te deja olvidado”.

Cuando estás perdido,
él está contigo,
siempre te encuentra,
“y te guía en tu camino”.

Cuando estás triste,
te llena de alegría,
cuando te falta comida,
“él te brinda la suya”.

Cuando tienes frio,
él te da su abrigo,
aunque sufra del frio,
“a eso se llama amigo”.

Pero aquel que sólo,
está en las euforias,
en los éxitos,
“sólo en los buenos momentos”.

Ese es un conocido,
o más bien,
es un oportunista,
“sólo desea aprovecharse de ti”.

Tú siempre recuerda,
cuando estas riendo,
todos rien contigo,
“pero sólo para reir”.

Cuando estas triste y afligido,
sólo él está contigo,
ese es el verdadero amigo,
“quién te valora de verdad”.

Allá en la distancia,
dónde uno está sólo,
los verdaderos amigos,
“siempre están contigo”.

Ellos serán tu familia,
ocurre que la amistad,
se convierte siempre,
“en un lazo familiar”.

El niño pregunta de nuevo,
pueden ser amigos,
¿un hombre y una mujer?,
“cree que puede ser posible”.

El sabio responde,
por supuesto que sí,
pueden ser los mejores amigos,
“si se tienen respeto y cariño”.

Se conocen los errores,
se saben las astucias,
pero realmente si hay respeto,
“esa es la mayor y verdadera amistad”.

Es el mayor cariño,
saberse querer y respetar,
sin rebasar los límites,
“sin traspasar las fronteras humanas”.

Si saben tener fuerza,
respeto y voluntad,
esa es la verdadera amistad,
“ser confidentes y consejeros”.

No aprovecharse nunca,
de la debilidad del otro,
así nace lo más hermoso,
“que tiene el ser humano”.

Ese es el gran tesoro,
respetarse como hermanos,
superar la tentación,
“de atraerse por la pasión”.

Así se consolida,
el saber sobreponerse,
valorarse como personas.
“es difícil no imposible”.

Así será siempre,
la clave para conseguir,
la verdadera amistad,
“una amistad sin intereses”.

Donde el mayor valor,
sea valorar a la persona,
hacer las cosas,
“con un gran corazón”.

Hay que cambiar esa tónica,
tanto tienes ahora,
tanto vales siempre,
“la realidad de la vida”.

Porque el verdadero tesoro,
está en el corazón,
la felicidad y la amistad,
“no se compran con dinero”.

En esta vida,
los valores humanos,
no se pueden comprar,
“se valoran con respeto y amor”.

Si valoras a un amigo,
nunca le juzgues a la primera,
valórale por sus ácciones,
”porque su corazón nunca tiene precio”.

Miguel de la Mancha

( poeta y escritor)