Hoy hago un alto en el tiempo,
como vulgarmente se dice ,
” te estás haciendo viejo”,
si se puede decir así,
“es el paso del tiempo”.
De frente al espejo,
veo a través de mí reflejo,
como cambió mi cara,
se me agrandó mi cuerpo,
“también ya me siento lento”.
Las arrugas de mi cara,
son las más notables,
mi piel está deteriorada,
de la fresca tersura,
“ya no queda nada”.
Cada arruga que tengo ,
es la marca de la vida,
una lucha vivida,
un esfuerzo por conseguir,
“una satisfacción en cada reto”.
Al mirar mis ojos,
ya los siento apagados,
atrás ya quedaron,
las alegrías ya pasadas,
“y las lágrimas que ya fueron derramadas”.
Las noches de fiesta,
los momentos trasnochados ,
atrás ya se quedaron,
forman parte del pasado,
“solo Dios sabe lo que han disfrutado”.
Los momentos de amor,
se vivieron con intensidad,
disfrutando de la pasión,
pero colmando de felicidad,
“luchando por su estabilidad”.
Cuando fui víctima del desamor,
uno es culpable,
pero también a la vez,
sufridor de mi pobre corazón,
“me repuse de mis sufrimientos”.
Mirándome al espejo,
veo las patas de gallo ,
la tristeza del tiempo,
se unen a sentimientos encontrados,
“por la huella que han dejado”.
No significa que sea más viejo,
sólo que a través de la vida,
siempre disfrutando de ella ,
cada momento que tuve,
“como si fuese el último día.”
A veces pienso,
que mi tiempo de soledad,
es solo una purga,
de lo que esta vida,
“yo no supe valorar”.
Cuanto más yo amaba,
la vida me tuvo que castigar,
cuando más deseaba corresponder,
de nuevo volvía el tiempo pasado,
“y la felicidad se me volvía a escapar”.
Mis ojos se pierden de nuevo,
mirándose a través del espejo,
buscando esas respuestas,
que dejen en paz mi alma,
“y pueda descansar en paz”.
Me miro al espejo ,
y la luz del día ,
trata de maquillar,
lo que mi cara refleja,
“y el tiempo te marca”.
Siempre que lo pienso,
me miro al espejo,
aparecen los recuerdos,
de cuando nos comíamos a besos,
“que felices tiempos eran esos”.
Cuando quiero olvidar,
me doy la vuelta ,
y lo único que encuentro,
son los pasos andados,
“porque mis pies están cansados”.
Cuando uno esta joven,
no se da cuenta,
que los hijos siempre,
son los perjudicados,
“si los padres están separados”.
A veces en silencio ,
le ruego a Dios ,
que nos puedan perdonar,
ese daño tan cruel,
“que le hicimos nuestros hijos ayer”.
Por eso en esta vida ,
nunca hagas tú,
lo que no desees,
que te puedan hacer,
“y te llegue a doler”.
Recuérdalo siempre,
pasado es pisado,
el presente vívelo intensamente,
puede que en el futuro,
“el mañana puedes ser historia”.
Espejo de mi corazón,
si en esta vida,
no consigo encontrar,
la persona de mi felicidad,
“no me hagan de sufrir más”.
Nadie es espejo de nadie,
cada persona es un mundo,
juntos somos un universo,
donde todo debe de ser,
“paz y cordialidad”.
Miguel de la Mancha
( poeta y escritor)