El roce de tus labios,
eriza mi piel,
cada vez que los siento,
“una y otra vez”.
Besarte los labios,
es mi mayor delirio,
suspiro por ello,
“y siempre lo deseo hacer”.
Una vez más,
déjame intentarlo,
como la primera vez,
“al tenerte a mi lado”.
Sentirte de nuevo,
conmigo otra vez,
ámame despacio,
“amémonos a la vez”.
Estar a tu lado,
feliz y dichoso,
dime si tú lo sientes,
“igual que lo siento yo”.
Dímelo a la vez,
que los rozo de nuevo,
si dudas o temes,
“o te sientes dichosa de sentirlos”.
Dime que sientes,
bésame bien rico,
cuando en tus labios,
“con pasión te doy un piquito”.
Siente ese piquito,
es un beso tan tierno,
lleno de amor a la vez,
“sellando un amor eterno”.
Hazme sentir todo feliz,
yo te haré dichosa sentir,
besando tu cuerpo,
“desnudando tu alma”.
Siente mi corazón,
que te sueña,
te extraña siempre,
“deseando escuchar tu voz”.
Cuando yo te bese,
siente mi beso,
vibra otra vez ,
“deseo que sientas ese escalofrío”.
Un escalofrío tan intenso,
que nos inunde de deseo,
sintiéndolo los dos,
“sintiendo que estamos en sintonía”.
Debe de ser el punto,
que nos transporte,
al maravilloso momento,
“cuando hacemos el amor”.
Sintiendo el deseo,
lo mismo que el primer día,
deseándo que la noche,
“nunca llegue a su final”.
Aunque pasen los días,
los meses y los años,
así una vez más ,
“para toda la vida”.
Que siempre lo sintamos,
tú y yo,
un amor eterno,
“una pasión sin final”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)