Aquí en mi rincón,
ando perdido en mi habitación ,
moviéndome de un lado,
“al otro lado de la cama”.
Sin gota de sueño,
dormir sin ganas,
extraño cada rincón ,
“siempre se recuerda tu presencia”.
Donde estaba tu ropa ,
donde alojabas tus perfumes ,
en cajón con tus interiores,
“el espacio de tus recuerdos”.
Miro y vuelvo a mirar,
no puedo superar esto,
vivir en este silencio ,
“es una maldita tortura”.
Recordando tu presencia,
sólo tú saludo,
rompía este silencio ,
“un beso de bienvenida”.
Tan bello sonido,
el escuchar tu respiración ,
esa dulce melodía,
“que alegraba mis días”.
Hoy es todo silencio ,
no puedo ver televisión,
es la misma sensación ,
“todo es un recuerdo tuyo”.
Eras todo para mí,
mi vida entera,
eras toda mi fuerza ,
“mi razón de vivir”.
La razón de mis días,
ahora este silencio ,
me invade por completo ,
“será tortura o condena”.
Mi más profundo deseo,
de volver a estar contigo,
volver a sentirte a mi lado,
“sería un momento inolvidable”.
Este terrible silencio,
me tortura cada día,
cuanto daría otra vez,
“por volverte a tener a mi lado”.
Sentir ese susurro,
aquí en mi pecho ,
yo te arrullo de nuevo,
“como mi bebé consentida”.
Me hacía tan feliz,
acariciar tu pelo,
mientras estabas durmiendo ,
“era mi mayor desliz”.
Esa única sensación ,
que eran caricias de amor,
y ahora en este terrible silencio ,
“que me tortura por momentos”.
Dios mío que pase el tiempo,
que yo supere este tormento,
a Dios le estoy pidiendo,
“que me de fuerza y valor”.
Sólo él sabe,
realmente esto que estoy,
aquí y ahora sufriendo,
“siento que me estoy muriendo”.
Este dolor de amor,
es una tortura a mi corazón,
que cada día más,
“se agranda mi dolor”.
Se me enfrían las ilusiones,
mis nobles intenciones,
se quedan solo en eso,
“las ilusiones por seguir viviendo”.
Si bebo por ti,
me desespero más,
se me agudiza el dolor,
“no lo calma ni el alcohol”.
Pero estando normal no puedo,
debo de estar “ebrio”,
para poder estar sin ti,
“y soportar esta maldita condena”.
En vez de superarse,
te ama cada día más,
aunque no estés aquí,
“siempre vives en mi corazón”.
Ahora en el cielo,
eres un angelito más,
Dios está feliz contigo,
“en la tierra te extrañamos con tristeza”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)