«Dame permiso»

Déjame entrar,
al refugio de tu corazón,
déjame respirar,
“con tu mismo aire”.

Déjame hacer,
palpitar tu corazón,
déjame llenarte,
“continuamente de ilusión”.

Déjame poder mirarte,
tan lleno de amor,
déjame besarte,
“tus dulces labios”.

Déjame saciar,
mi sed de amor,
déjame de llevarte,
a los caminos del amor.

Déjame embriagarme,
con tus dulces besos,
déjame hacerte sentir,
“como hacerte feliz”.

Déjame seducirte,
con palabras de amor,
déjame abrigarte,
“con mis brazos de pasión”.

Déjame acariciarte,
con mis dedos sensibles,
déjame hacerte flotar,
“como nube en el cielo”.

Déjame excitar,
con mis labios tu cuerpo,
déjame recorrer,
“cada rincón de tu cuerpo”.

Déjame quitarte,
de tus adentros,
todo ese dolor,
“sanándote con amor”.

Déjame hacer olvidar,
la herida de un desamor,
déjame renovar,
“la alegría de tu corazón”.

Déjame sembrar,
una semilla de amor,
déjame cultivar,
“este bendito amor”.

Déjame apasionarte,
con mi pasión,
déjame hacerte soñar
“con una vida inolvidable”.

Déjame sentirte,
dentro de mi corazón,
déjame ser yo,
“aunque no sea el primero”.

Pero si el más sincero,
por eso déjame,
que pueda ser,
“tu último y gran amor”.

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)