Si miras a un sin techo,
preguntarte si hay derecho,
nadie desea esa vida,
“el ser excluido de la sociedad”
Son personas en realidad,
están bien sufridas,
no sabemos las razones,
“porque están en esas condiciones”.
Debemos de mirar detrás,
cuál es la consecuencia,
de esa circunstancia,
“pero debemos de ayudarlos”.
A veces por debilidad,
o ser propensos al vicio,
ya sea por ser adictos,
“o culpa del juego maldito”.
Pero muchas de las situaciones,
es culpable la sociedad,
o las leyes imperdonables,
“o quizás de personas sin escrúpulos”.
Por su avaricia insaciable,
que te abocan a situaciones,
que te dejan en condiciones despreciables,
“sin piedad dejándote en la calle”.
Puedes tener un buen status,
o una buena posición,
estar en lo más alto,
“pero de golpe estar sin nada”.
Empresas sin escrúpulos,
personas avariciosas y maliciosas,
ladrones de guante blanco,
“que roben todas las cosas”.
En vez de recompensarte,
van a robarte,
pero los más vulnerables,
“son las personas de avanzada edad”.
Uno con 50 años,
no es un anciano,
pero si es un imposible,
“ para darle un nuevo trabajo”.
Para esas personas ,
no se valora la experiencia,
si no la avanzada edad,
“quedando relegados sin más”.
Salen del mercado laboral,
no les dan una oportunidad,
a la calle les mandan,
“privando de una nueva vida”.
Como si fuese tan fácil,
volver a comenzar,
sin ninguna oportunidad,
“¿dónde está la humanidad?”.
Imaginémonos nosotros mismos,
en esa cruel situación,
donde nos quedamos anclados,
“si nos niegan las oportunidades”.
No sabemos si continuar,
donde poder ayudarles,
encontrar solución digna,
“para no enviarles a mendigar”.
Una vez en ese mundo,
de miseria y desprecio,
quien los saca,
“nadie arriesgamos por ellos”.
A quién le dan oportunidad,
sólo mirarlos con desprecio,
ya nos están estorbando,
“con repulsa les apartamos”.
El mundo sería distinto,
Si fuésemos más consecuentes,
y no tan intransigentes,
“respetemos esas pobres gentes”.
Algunos escogieron eso,
renunciaron a la sociedad,
otros por vicio cayeron,
“ otros los mandaron sin compasión”.
Ninguna oportunidad les dieron,
otros son emigrantes,
que ni oportunidades le dieron,
“y a la calle les enviaron”.
Analicemos el por qué,
no juzguemos a todos,
entendámoslos a ellos,
“son personas como nosotros”.
Son humanos castigados,
muchos por el drama de la sociedad,
una atención para ellos,
“Dios está con todos”.
Un momento de compasión,
no para maleantes,
que se hacen pasar por ellos,
“para vivir abusando de la compasión”.
De todo hay en ello,
luchemos por la igualdad,
demósle una oportunidad,
“imaginamos que somos nosotros”.
O quizás un hermano,
más duro todavía,
que hubiese sido ,
“o nuestro padre que hubiese pasado”.
A veces el ser humano,
juzga a la primera,
pero debemos de pensar,
“que a todos nos puede pasar”.
Cuál fue la causa,
y después juzgar,
ni todos somos malos ,
“ni todos somos ángeles”.
No todos tienen,
igualdad de oportunidades,
para este mundo tan cruel,
“debemos de darles una”.
Debemos de tener ,
una oportunidad de vivir,
sin tener en cuenta la edad ni nacionalidad,
“tengamos todos una misma oportunidad”.
Dios nos dijo,
todos sois mis hijos,
ninguno es más que otro,
“pero todos sois hijos mios”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)