Hoy va a ser,
un día muy especial,
un menú especial,
“digno de nuestro amor”.
Espero tengas apetito,
este restaurante de amor,
tiene servicio especial
“para poderte agradar”.
Hoy depende del gusto,
de cada instante,
y los deseos,
“con los más exigentes sabores”.
Tenemos de todo,
desde entrantes a calditos,
comenzando con una mirada,
“acompañada de un besito”.
Todo bien cocinado,
y al gusto preparado,
como hace por su amor,
“el buen enamorado”.
Empecemos con la elección,
de entrada tenemos,
una miradita de ternura,
“llena de complicidad”.
Tú mírame con cariño,
se respetará tu complicidad ,
mirándonos una y otra vez,
“llegando hasta nuestro corazón”.
Sabremos que comer,
empezamos con un beso de miel,
de esos que te erizan,
“de la cabeza a los pies”.
Que no olvidemos,
de desear lo mejor
saborearnos el sabor,
“con fuego y pasión”.
Después de ese beso ,
llegaremos juntos sin pensar,
en la fuente del deseo,
“el deseo de poseernos”.
Que nuestro cuerpo ,
nos haga de vibrar,
al rico calorcito,
“con sopita de cariño”.
Para calentar momento,
el pensamiento nos transportará,
a nuestro paraíso de amor,
“para disfrutar los dos”.
Después del primer plato,
seguimos con las carnes,
el maravilloso deseo carnal,
“un buen banquete nos vamos a dar”.
Erizados en todo momento,
acompañados con amor,
con un grano arroz
“un minuto de pasión”.
Si desean con patatas,
disfrutando del fuego,
besando hasta la espalda
“como la salsa del deseo”.
Evitando cualquier escapada,
sujetarse bien abrazados,
pueden ser pescados,
“dulce tentación de pecado”.
Con ensalada acompañado,
sudando al disfrutar,
ensalada de cariño,
“como si fuésemos niños”.
Con sal al gusto,
vamos a comenzar,
una vez que comienzas,
“no se puede parar”.
Seguimos con el postre,
“ fresas con nata”,
pero si deseas disfrutar,
“con nata nos hemos de rociar”.
En el amor no se pierde nada,
también puede repetir,
en la mañana un mañanero,
“te quitas con las ganas”.
Si es un plátano,
pelarlo es lo deseado,
con caldo de almeja mezclado,
“ya está bien preparado”.
Así es este menú de amor,
acompañado de un café,
pensando y siguiendo,
“vamos ya repitiendo”.
Que hacer después,
una copita de licor,
así es el amor,
“puro fuego y pasión”.
Para disfrutar bien rico,
haciendo el amor,
este es un menú casero,
“muy cierto y placentero”.
Y si le quedo hambre,
repetimos el menú,
saciando al amor,
“solitos y sin gente”.
Disfrutamos los dos,
así es este restaurante,
siempre lleno de amor,
“con la satisfacción del cliente”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)