“Única oportunidad”
En la vida las ocasiones,
suelen ser únicas,
o quizás los momentos,
”para realizar los deseos”.
Cuando tenemos una cita,
puede ser muy especial,
pero si hay timidez,
”lo difícil es romper el hielo”.
Lo más normal suelen ser ,
unos tragos de licor,
pero si no hay armonía,
“puede resultar peor”.
En ese momento,
las señales son fundamentales,
un gesto sensual provocativo,
“una insinuación puede dar la salida”.
No hace falta hablar,
solo con una leve señal ,
uno se da cuenta,
”que se tendrá la oportunidad”.
Uno en la mente,
se puede imaginar,
como se puede comenzar,
“pero si se desea empezar”.
A veces nuestra intuición,
nos lleva por el camino,
pero llegar a coronar ,
“es el reto a conseguir”.
Entre el trago y la música,
se incrementan las risas,
las miradas van siendo profundas,
“el corazón se agita sin parar”.
Comienzan los roces ,
las confianzas comienzan,
un agarrón de manos,
“suavemente así comenzamos”.
Cada vez van siendo ,
miradas profundas bien pegados,
mirándonos a los ojos,
”pero con miedo de rozarnos los labios”.
Nuestro cuerpo va ardiendo,
el momento se va acercando,
se resecan nuestros labios,
“el deseo va siendo mutuo”.
Tus labios brillan,
los míos te desean,
deseo probar tu miel,
”la miel de tus labios”.
Nos agarramos fuertemente,
nos acariciamos las manos,
y nos van llevando,
”al momento más excitante”.
Si pensarlo dos veces,
nos quedamos callados,
nuestros cuerpos tiemblan,
“el deseo va en aumento”.
Se hace el silencio,
nuestros gestos nos delatan,
nos hablamos bajito,
“es susurro es nuestra señal”.
Sin demorar más tiempo,
rozamos nuestros labios,
nuestra timidez nos detiene,
“primera vez que nos sentimos”.
Nos queda el sabor,
pero nos sabe a poco,
no podemos mirarnos,
“pero si desearnos”.
Intentamos de nuevo,
el deseo se hace realidad,
nosotros no podemos parar,
”y nos volvemos a besar”.
Las oportunidades son únicas,
pero el deseo insaciable,
es la mejor arenga,
” para conseguir saciar el deseo”
Tú y yo ,
desde ese día,
somos dos enamorados,
“viviendo en un solo corazón”.
Así es esta vida ,
a veces las oportunidades,
se convierten en realidades,
“bendecidas por Dios”.
“El tiempo de Dios siempre es perfecto”
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)