«Gozàndote en mis sueños»

Al sentir la ausencia,
en mis sueños sentía,
que a mi lado te tenía,
“y no deseaba que llegase el día”.

Eras mi mejor regalo,
deleitarme con tu cuerpo,
acariciarte una y otra vez,
“si parar hasta el amanecer”.

Siente que mis dedos,
te acariciaban sin cesar,
por tu cuerpo exploraban,
“los secretos mejor guardados”.

Lo más hermoso de ti,
descubrir todos tus rincones,
estimular todas tus sensaciones,
“haciéndote erizar tu piel”.

Mis labios los acompañaban,
tu deseo insaciable,
uniéndose a tu piel erizada,
“era nuestra comunión perfecta”.

Fuego y pasión conectada,
tú me atraías,
como una fuerza magnética,
“con una velocidad frenética”.

Junto a mí te tenía,
yo junto a ti disfrutaba,
cada vez que te exploraba,
“y mis dulces labios te besaban”.

Me siento dichoso,
como tu cuerpo se contornea,
como tu piel se eriza,
“al contacto de mis caricias sensuales”.

Te beso tus labios,
acaricio tu cuerpo,
todo se une en el deseo,
“de fundirnos en uno solo”.

Ese fuego de los dos,
más y más sentimos,
beso a beso,
“impulso tras impulso”.

Somos tal para cual,
tú para mi,
yo para ti,
“sin decepcionar a la pasión”.

Nuestra ropa quema,
como si fuese una hoguera,
sin nada de ropa,
“nuestro amor consumamos”.

Beso a beso,
de amor nos llenamos,
yo siempre seré para ti,
“siempre serás tú para mí”.

Que bonito es el amor,
con el ingrediente de la pasión,
por la pasión nos llevamos,
“cabalgando a lomos de la lujuria”.

Ahora hoy día,
juntos y enamorados,
estamos viviendo dichosos,
“y cada noche disfrutamos de nuestra pasión”

En la vida todo se cumple,
cuando un amor es profundo,
los sueños sólo son,
“el deseo insaciable de nuestro interior”.

Cuando existe un amor,
en nuestro interior,
aunque sea en sueños,
“siempre luchemos por ello”.

Los destinos de dos personas,
cuando están destinadas entre sí,
tendrán la bendición,
“la gran bendición de Dios”.

Miguel de la mancha
(poeta y escritor)