No debes de llorar ,
las lágrimas deprimen el alma,
desahogan en un momento,
“pero debilitan la fortaleza”.
N desperdicies tus lágrimas,
antes tienes que alegrarte,
tu le entregaste tu corazón,
“pero él decidió dejarte”.
La vida es una,
demasiado bella y emocionante,
para desperdiciarla en cada instante,
”con alguien que no sabe valorarte”.
Los bellos momentos,
guárdalos en el corazón,
eran los bellos sentimientos,
“apasionantes momentos de pasión”.
No debes olvidar nunca,
que bellos fueron entonces,
los momentos inolvidables,
“qué pudisteis disfrutar tan felices”.
No te ahogues,
en el mar de la tristeza,
educa a tu corazón,
“sácatelo de tu cabeza”.
Es duro sobreponerse,
después de caerse,
así es un desamor,
“cuando hieres un corazón como ese”.
Tus lágrimas por “él”,
son como el agua en la arena,
más tardan en caer,
“qué secarse sin pena”
Es duro el momento ,
de tan grande sentimiento ,
alegra tu corazón,
“te llegará un nuevo amor”.
El amor es muy bonito,
esta linda sensación ,
cuando hay un amor,
“pero horrible cuando se llena de dolor”.
Él no es lo único en la vida,
hay muchas maravillas,
tú eres una de ellas,
“eres tú aunque ahora estés herida”.
Cúrate la herida,
con el hilo del olvido,
déjala que cicatrice,
“sana tu corazón con el olvido”.
Él no te valoró ,
tu amor ya ha perdido,
tu corazón es un tesoro,
“que ha sido robado y no valorado”.
La vida es solo una,
bonita y sorprendente,
así el amor en ella,
“es un bonito ingrediente”.
No llores por el,
consuela tu triste corazón,
ilusionó tu noble corazón ,
“dejándolo triste y malherido “.
Disfruta la vida entera,
dándole gracias a Dios,
él es nuestro corazón,
“y le duele ver un hijo herido” .
Suele ocurrir en esta vida,
como dice el dicho,
Dios le da pan,
”a quién no tiene dientes”.
La ley de la vida,
cuando rompes un corazón,
caes en la maldición,
“encontrar a quién te pondrá de rodillas después”.
Cuando llora una princesa,
escomo deshojar una rosa,
cuando desnudas un corazón,
“es como quitarle los pétalos a una rosa”
Las lágrimas por un amor,
duelen de momento,
pero superando ese mal sentimiento,
”sonríe el corazón feliz y contento”.
Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)