«Anoche fuè especial»

“Anoche fue especial”

Jamás yo pensé,
que un sueño,
fuese tan real,
“pero es cosa del amor”.

Imaginar que tan fuerte,
es el subconsciente en acción,
tener un sentimiento por alguien,
“como es el mío por ti”.

Fuerte es el deseo de sentirlo,
yo sentía que me besabas,
suavemente mis manos,
“cada vez que me besabas”.

Sentía algo especial,
un hormigueo electrizante,
recorría todo mi cuerpo,
“en un solo instante”.

Al sentirlo pasar,
sentía como mi piel ardía,
se erizaba hasta enloquecer,
“de la sensación que sentía”.

No podía abrir mis ojos,
pero era algo tan real,
me dejaba llevar,
“no paraba de disfrutar”.

Comenzaban con unas caricias,
luego tus dulces labios,
besaban mi cuello,
“era tan lindo y tan bello”.

Me hacía de sentir,
las estrellas en mi cabeza,
se encendía dentro de mí,
“mi fuego interior por ti”.

Ese fuego de amor,
sentía como me acaloraba,
mientras tus labios besaban,
“mucho más me excitaba”.

Mis pectorales agradecidos,
se sentían erguidos,
que maravillosa sensación,
“sintiendo tus labios en acción”.

Sentía como si mi cuerpo
tuviese una inyección,
de calor y pasión,
“sintiendo tu gran pasión”.

Tus dedos me acariciaban,
suavemente mi cuerpo,
mientras más me excitaba,
“mucho más me gustaba”.

Me sentía en el paraíso,
que deliciosa sensación,
mi cuerpo te sentía,
“estabas tan pegada a mí”.

Sentía como tus labios,
iban besando mi cuerpo,
suavemente iban bajando,
“con deseo los estaba deseando”.

Mientras tus manos,
acariciaban mis piernas,
sentía ese escalofrío,
“electrizándome mis piernas”.

Cuando sentía tus labios,
recorrer todo mi cuerpo,
más me excitaba,
“al sentir como me acariciaba”.

Que deliciosa sensación,
como desearía haberte ,
tenido entre mis brazos,
“tenerte y poseerte”.

Besarte los senos,
excitarte con mis labios,
después sentí deseoso,
“de disfrutarlo tan delicioso”.

Sentía acariciabas mis genitales,
completamente bien excitados,
bendita realidad ilusionada,
“para quedarme tan desilusionado”.

Luego sentía como cabalgabas,
subida encima de mí,
parecía tan real,
“que no deseaba despertar”.

Mis ojos no los podía abrir,
que delicioso sueño,
luego tan inoportuno,
“suena el despertador matando el sueño”.

Que desilusión tan grande,
no estabas conmigo,
no terminaba el sueño,
“pero yo soy tu dueño”.

Quizá será imaginación o realidad,
pero era algo especial,
desperté muy excitado,
“ese gran momento disfrutado”.

Y tú no estabas ,
ven ya amor mío,
cumplamos los sueños,
“que el tiempo se acaba”.

Disfrutemos de la realidad,
que no vuelva a suceder,
que la próxima vez sea real,
“y te amo cada día más”.

El deseo puede ser,
el mejor arma del subconsciente,
sentir al ser amado,
”aunque no esté presente”.

Miguel de la mancha
(poeta y escritor)