«Como una làgrima»

Como una lágrima,
caída en la arena,
así va mi corazón,
tan falto de amor,
si no sé de ti,
que será de mi,
inútil en la vida,
separados tú y yo,
tú piensas en mí,
“en tí pienso yo”.

Que bonito sería,
renacer este amor,
las ilusiones entre los dos,
poder fundirnos en el fuego,
al unir nuestros cuerpos,
en uno sólo los dos,
amarnos como posesos,
disfrutando del sexo,
será pasión o será amor,
“este fuego que sentimos los dos”.

Pero lo único cierto,
es la tristeza del momento,
de que sirven recuerdos,
si ya se murieron,
todos los sentimientos,
hagamos el honor,
para recordar por siempre,
podemos recordar lo bonito,
o sufrir la condena,
“de extrañarnos eternamente”.

Iremos navegando en esta pena,
dónde nos lleve,
aunque solo sea,
ir a contracorriente,
nunca es suficiente,
si no se puede disfrutar,
del placer de amar,
una y mil veces,
en honor a la pasión,
“ el corazón no se lo merece”.

Como un espejismo parece,
pero el recuerdo siempre prevalece,
viene el amor,
y pronto desaparece,
ningún corazón lo merece,
se puede morir de amor,
pero de amor no sé muere,
pero el dolor escuece,
aunque no sea el aliciente,
“pero con en ello sufre la gente”.

Como una lágrima que desaparece,
y en la arena se pierde,
así es en la vida,
se ama con el corazón,
y se sufre por amor,
que injusta en la vida,
tan cruel y retorcida,
a veces tan feliz,
otras tan infeliz,
“con cabeza alta hemos de seguir”.

Ya sea que esta vida,
venga dulce o amarga,
debemos de seguir,
con amor o sin amor,
aunque nos toque sufrir,
en ella tenemos que seguir,
la vida continua,
o debemos de continuar,
con fuerza y voluntad,
“ las ganas para poder seguir”.

Dice que la vida pasa,
pero somos nosotros,
los que pasamos por ella,
igual que las lágrimas,
pueden ser de emoción,
de tristeza por dolor,
o quizás por decepción,
pero el momento es único,
como las lágrimas en la arena,
“se secan y nos dejan una vida más bella”.

Miguel de la Mancha
(poeta y escritor)